Como es común en la vida y en el arte, el cambio sugiere la
ruptura, y la ruptura significa si se quiere un renacer, a trabes de la
historia del arte hemos visto nacer, crecer y morir a infinidad de movimientos artísticos
diferentes, la época clásica habría sido
desplazada por el nuevo movimiento romántico, este mismo seria años mas tarde
sustituido por el impresionismo y el expresionismo, que también serian
desplazados a su vez por el cubismo y luego el surrealismo, futurismo, dadaismo
y así sucesivamente, uno tras otro estaría estigmatizado por esta misma suerte,
tarde o temprano terminan apagando su fuerza para así terminar en una
decadencia hasta morir como movimiento, esta es básicamente una regla en la
historia del arte y sucede que esta sustitución de movimientos en el arte es
necesaria para que el arte este en constante movimiento y no perezca, es regla general
que cada movimiento surja con cada cambio social político o científico de la
humanidad, ya que estos van a la par de las áreas del conocimiento mas
importantes para la humanidad. Sucede en estos casos que en el mundo del arte y
sus movimientos existen ciertos personajes importantes que funcionan como la
principal figura de dichos movimientos, es el caso de Marcel Duchamp que supone
ser punto importante dentro del arte conceptual y también un pionero dentro del
cambio y posterior desarrollo del movimiento artístico.
En 1917 Duchamp como parte del comité de naciente movimiento
de artistas independientes envía a la exposición en New York su famoso
urinario, el cual titulo como “Fuente” y lo presento bajo el seudónimo de
R.Mutt” como siempre se puede especular mucho acerca de estas decisiones, pero
se dice que el día de la exposición el urinario no estaba en la sala de
exposición, este objeto fue entonces motivo de la controversia porque el punto radicaba
en que si este objeto es o no es arte, tratándose de un objeto común, para el
momento seria tomado seriamente como algo absurdo, esto cabe destacar es una de
las principales incógnitas a resolver por la filosofía del arte contemporáneo,
y es que evidentemente este objeto tuvo mucho impacto, primero porque era la
primera vez que esto sucedía, segundo: un urinario no se consideraba una obra
de arte. Esto es muy cierto pero su fundamento vendría después de muchas
discusiones para definirlo, para los artistas conceptuales el objeto como tal
no representa lo mas importante de la obra, ni su ejecución técnica mucho
menos, lo mas importante aquí es la idea,
el objeto en si podemos saber cual es su función en el mundo, su
posición, su significado esta para todos claro,
el artista al cambiar su posición simplemente propone cambiar también el
contexto inmediato, su significado social convencional, Duchamp invita a romper una estructura mental
en la configuración lingüística de su observador, su significado ha sido
cambiado por el artista, intervienen aquí aspectos lingüísticos, políticos y
culturales.
Duchamp resulta ser un personaje enigmático, misterioso,
difícil de interpretar y entender y quizás precisamente ese sea el mayor atractivo
de su obra plástica y es que al adentrarnos en la vida y obra del artista
comenzamos a percibir que su mensaje no esta claro y contiene cierta
complejidad. En un momento de su vida
expreso que ya dejaría la pintura y que se dedicaría a jugar al ajedrez, un
acto si se quiere con un trasfondo mas complejo, y es el aparente
cuestionamiento y la valides de la pintura como medio para las artes plásticas
en su época y en nuestra actualidad. Esto podría deberse a muchos factores, como
el agotamiento de la técnica ante la actualidad tecnológica en la que vivimos
inmersos, un ejemplo claro es como a principios del siglo vimos nacer a la cámara
fotográfica y posteriormente a la videocámara lo que supuso y obligo a la
pintura a darse un replanteamiento de sus funciones dentro de las artes plásticas, las maquinas indudablemente transformaron
otra vez a las artes.
Se cuenta que en compañía de Picabia y otros artistas de la época
Duchamp habría de asistir a una exposición aeronáutica en Paris a principio de
siglo, se dice que el artista caminaba extasiado por los salones de exposición
admirando aquellas hélices de aviones perfectamente estructuradas y
confeccionadas, momento de su celebre afirmación: “la pintura esta muerta”
¿Quién podría hacer algo mejor a esta hélice?
Desde este momento quedaría obsesionado con la maquina, y muchas de sus
obras posteriores tendrían fuerte relación con las maquinas, de sus palabras: “ya
no quiero ser artista, ahora quiero ser ingeniero”. Esta afirmación resulta muy importante para
entender esta rama de la actualidad del arte, y para nuestro asombro predijo la
situación. Según Donald Kuspit artista, critico y filosofo “en el arte de la
posmodernidad la tecnología ha llegado a reemplazar a la teoría, a la critica
social y a lo inconsciente, razón por la cual parece cada vez mas difícil ser
un artista sin ser antes un ingeniero”. Es sin duda la premonición del artista
hacia la fuerza que percibía en la tecnología, de cierta manera ya podía intuir
que la ciencia y la tecnología estaban avanzando ferozmente. Es una buena razón
para dejar la pintura y no competir como un simple artesano ante la industria.
El artista individual se ve comprometido seriamente.
Todas estas circunstancias podrían ejercer fuerza en la decisión
de Marcel de dejar de pintar y su momento histórico también lo llevaría a ello a
la par del surgimiento de varios artistas con un fuerte contenido critico hacia la incursión
de las tecnologías en el tradicional arte conservador, y si analizamos un poco
no nos costaría ver que estamos en un periodo de total tecnologización y las
artes visuales no escapan a esto, Duchamp supone ser el pionero en la irrupción
del arte conceptual, su legado sigue vivo aunque su arte este siendo desplazado
ahora por la tecnologización. Mucho del
arte de la actualidad supone la incorporación del espíritu de nuestra época y
es el total reflejo de la mecanización en todos los ámbitos de nuestra vida económica,
social, cultural, artística, y científica.
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